La moussaka es un plato exquisito que se cocina en toda la
región que hay alrededor de las montañas de los Balcanes. Y como sus gentes
comen ese plato desde la infancia y les gusta tanto, resulta que todos la
consideran como algo muy suyo, como si fuera un invento de su país. Sí, ¡la
moussaka es el plato típico de los Balcanes!.
Tal y como siempre han hecho los músicos ambulantes, el
grupo Los Moussakis, procedente de la zona de los Balcanes, ha recuperado la
vieja tradición de acompañar con su música los grandes acontecimientos de la
vida: bailes, fiestas, bodas, bautizos o funerales. En sus maletas encontramos
la música klezmer y sefardita de los judíos, el estallido de energía de los
nómadas gitanos, canciones populares y melodías procedentes de Turquía, Grecia,
Macedonia, Serbia, Bulgaria.
El grupo Los Moussakis se forma en Barcelona, en mayo del
2003, cuando se unen cuatro músicos procedentes de los Balcanes con otro músico
catalán y una cantante israelí. El grupo nació después de un buen almuerzo en
el que no faltó como plato principal la moussaka (en este caso, ¡en su versión
serbia!). Después de comer, los músicos empezaron a tocar sus instrumentos y a
cantar.
Poco a poco, durante una larga sobremesa, descubrieron que lo que más
les gustaba era interpretar las melodías balcánicas mediterráneas de varias
épocas, estilos y países, como Grecia, Macedonia, Serbia, Turquía…, pero
tocadas con armonías y ritmos más actuales, como jazz, funk... El resultado fue
una música viva, de color alegre, pero sin estridencias.
El grupo musical de "Los Moussakis" está compuesto por:
Branislav Grbic,
violín
Tal Ben Ari, voz
Alán Chébab, laud y
saz
Ivan Illic, guitarra
Goran Slavic,
contrabajo
Marco Jelaca, batería
y percusiones.
Una de las cosas que más me gustaron del concierto "Los Moussakis, música balcánica dentro de una maleta", al que pudimos asistir en "La Casa del Cordón"de Burgos , fue la interacción que tuvieron con el público, en más de una ocasión, nos hicieron participes de sus canciones, bien acompañándoles con palmas, o bien cantando sus canciones junto a ellos, dinamizaron mucho el concierto, haciéndolo muy divertido. El que la cantante bajase del escenario con un plato de moussaka también generó mucha espectación.
Una de las primeras cosas que aprendemos cuando empezamos un
nuevo idioma son los números del uno al diez. En el concierto tuvimos una buena
oportunidad de acercarnos al serbocroata antiguo.
Con la canción "Números rimados".
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